Después
de un verano de tortura por calor y sequia hace unos días ha caído una lluvia
no muy larga, pero la justa para dejar bien regado a nuestro jardín sediente de
agua “buena”.
Y pasó
el “milagro”. Se ha despertado la segunda primavera en nuestra isla.
Entre las
plantas que despertaron de la agonía estival ha sido la Stapelia gigantea la
que reaccionó casi instantánea y sacó en un tiempo record una buena cantidad de
sus llamativas flores.
El nada
agradable olor de estas atraía una gran cantidad de estas moscas tan bonitas
que parecen gemas preciosas con sus bellos colores brillantes. Después de
buscar en la red creo que son Lucilia caesar.
Las
estuve observando y fotografiando. Me sorprendía ver que al parecer sacaban del
fondo de las flores pequeñas larvas que había ya allí.
Me gustaría
saber más sobre estas moscas.