






Estos días han venido de Alemania uno de mis hermanos con su esposa para ver la isla con los almendros en flor.
Hacia ya veinte años que no había bajado a la Calobra por carretera.
Entonces ayer le hice hacer a mi hermano de chofer y a mitad de camino de la bajada mi cuñada y yo nos apeamos para seguir a pie para ver mejor los paisajes y sus detalles.
Desde el coche todo va demasiado rápido y hay muy pocos puntos donde aparcar el vehiculo.
Disfrutamos con esta caminata entre los paisajes agrestes de las montañas de Escorca.
Hoy os pongo una serie de fotos de algunas rocas del camino con estas aristas y crestas resultantes de la erosión.
Hacia tiempo que tenía ganas de ver y tocar las de cerca.