Ha llovido mucho y muy bien.
Los árboles y las otras plantas han apagado su enorme sed de
verano largo.
Han vestido de verde a los paisajes de nuestra isla.
Aun están muy suaves las temperaturas y se asoman las hojas
de muchas plantas de bulbo de primavera.
Ayer he visto muchas ovejas con crías.
Hasta hace algunos años estas vistas eran típicas de enero y
febrero.