Tuvimos nieve este fin de semana.
Nieve muy cercana para poder tocar y admirar sus efectos.
El sábado amaneció todo blanco.
Esto ocurre pocas veces en Mallorca.
Daba alegría ver a los niños de enfrente construyendo su muñeco de nieve.
Después del mediodía ya se había fundido toda la nieve a nuestras alturas (mejor dicho bajuras). En las montañas sigue.
Ayer domingo otra vez tuvimos el regalo y placer del manto blanco cuando despertamos.
El cielo estaba menos nublado y con el sol a las pocas horas el aspecto de mi jardín ya había vuelto a la normalidad.