Siempre
hay aves en el jardín por observar. Algunas crías de las fotos mientras han
crecido y ya hay remesas nuevas de algunas.
Hay que
ver lo rápido que aprenden los gorriones pequeños cuando prueban algo que les
gusta mucho.
Los que
veo siempre ya grandes como sus padres y aun pidiéndoles son los papamoscas.
Y las crías
torpes de los mirlos que saltan tan pronto del nido, que los padres tienen
trabajo en perseguirlos para dar les de comer.