Hay
muchas cabras salvajes en las montañas de Mallorca.
En
algunos sitios los turistas les dan comida y se han acostumbrado a pedir.
En el
faro del Cap Formentor había una cabra joven que se paseaba husmeando entre la
gente para ver si caía algo.
Menos
mal que el “Cabrón” que vimos más adelante no se acercó mucho.
Su tufo llego a distancia.