El viernes pasado subí al Puig de Santa Magdalena de Inca.
Hacia
24 años que subí la última vez.
No fui a pie, como me gustaría, sino con el
coche. Aun así disfruté. No había mucha
gente, hacia frio y la luz era bonita con su toque de invierno.
El viernes pasado subí al Puig de Santa Magdalena de Inca.
Hacia
24 años que subí la última vez.
No fui a pie, como me gustaría, sino con el
coche. Aun así disfruté. No había mucha
gente, hacia frio y la luz era bonita con su toque de invierno.