





Las playas de Ses Salines en la costa sureste de Mallorca son una autentica maravilla.
En invierno son paradisíacas.
A estas, que fui con una amiga el miércoles pasado, se llega caminando en una hora desde la Colonia de Sant Jordi.
Nosotras tardamos cinco horas en ir y volver. Había tantas cosas por ver y tocar.
Bueno, también gastamos casi media horita para comernos los bocadillos.
En vehiculo solamente se llega por algún camino particular de la enorme finca, cuyos terrenos limitan con este trozo de costa.
Hace años fuimos con una de mis hermanas y su familia a finales de Agosto caminando, pensando que tan lejos encontraríamos un sitio poco concurrido para bañarnos.
Pero era una ilusión, pues estaba todo lleno de todo tipo de barquitos, barcas y yates y muchísima gente.
Desde entonces visito las playas vírgenes de la isla en invierno.