Sin las
aves el jardín sería muy pobre y triste.
Nosotros
les ponemos algo de comida y siempre tienen agua para bañarse y agua para
beber.
Cuidamos
de no podar en tiempos que pueden estar anidando.
Incluso
les hemos colgado diferentes cajas nido.
Algún
año han anidado una pareja de papamoscas grises con mucho éxito.
Nos
satisface ver de cerca a estos animalitos. La mayoría son bastante confiados
los que más los mirlos. Lo que me extraña es lo miedosos que son los gorriones.