
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
Era una carretera estrecha que en Marratxí partía de la carretera Palma- Inca hacia Bunyola.
Era una de mis favoritas.
Por lo pequeña e irregular con sus caminos rurales se tenia que aflojar la marcha cuando la transitabas con el coche. Pero de esta manera se apreciaba un paisaje antiguo, que aun era uno de los más auténticos y bellos de nuestra isla.
Se ha tenido que morir.
Ha sido condenada por no servir para la velocidad que pedimos a la vida de hoy en día.
Ha muerto por el “bien del progreso”.
De paso tenían que morir muchos árboles arrancados y quemados.
Algarrobos, almendros, olivos, matas y pinos molestaban para la nueva gran anchura que tiene que tener esta carretera cuando resucite.
Hacia ya un tiempo que había leído de un proyecto de “adaptación” de este tramo pasando por Palmanyola a S´Esgleieta hasta la carretera de Valldemossa.
Pero no me lo podía creer.
Cuando vi la triste realidad no quería dar crédito a mis ojos.
Sentí un dolor tremendo.
Tenia ganas de gritar.
Estamos acelerando la muerte del planeta Tierra aquí mismo…
No servirá ninguna cumbre contra el cambio climático si no empezamos ya mismo a frenar a tope comenzando en lo pequeño.