Han
hecho desastres estos días de temporal.
Pero el
agua que recibimos de los cielos ha sido como una bendición para ir con
esperanza hacia el siguiente verano.
Aun no
he salido este año. Estoy castigada con un resfriado horrible. Tengo ganas de
ver los torrentes y a lo mejor, cuando pueda, ya no tendrán caudal.
Bueno,
como consuelo, unas tomas de mitad de diciembre, cuando durante un paseo me
encontré algo de agua.