No me
explico porque tienen tanta prisa en saltar de los nidos.
Aun les
falta mucho plumaje para poder volar y están unos cuantos días muy
expuestos a los peligros.
Estos pequeños mirlos
parecen más torpes que otros pájaros.
El
pequeño de la foto es del tercer nido que hemos ido observando esta temporada alrededor de
casa.
Saltó
ayer a última hora de la tarde y se acercó demasiado a la reja del portal que
da a la calle cuando Manolo lo cogió y lo puso más al abrigo de los arbustos.
Los
padres habían soltado la alarma a tope. Por eso me conformaba con una única foto.
Después
de un buen rato metiendo gran escándalo, al fin se calmaron y se dedicaron a
alimentar al polluelo así como a sus dos hermanos igual de torpes.