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Es cierto, que todo es relativo.
Yo me quedo embobada cuando hace olas como estos días en nuestro mar Balear. Me parecen impresionantes y me hipnotizan.
Seguramente el que sufre los azotes del Atlántico por el norte de España pensaría en una broma cuando vea mis fotografías del Mediterráneo así. A lo mejor esto lo llaman una rizada por allí arriba.
Cuando pienso en el libro “El Gran Sol” y lo que aguantan las barcas de aquellos pescadores veo la relatividad en lo que nos pasa.
Estamos acostumbrados medir con nuestras propias experiencias.