





Entre Santa Maria y Bunyola sube en dirección montañas el camino a Baix des Puig. Pasa por campos con almendros y a medida que avanza por un bosque de pinos y en la parte alta nos encontramos paredes de roca impresionantes. Encontramos una pequeña casa incrustada en el hueco al pie de una de estas paredes. Invitaba a descansar y admirar el panorama.
La vegetación silvestre en el borde de estos caminos es muy rica y variada. Lo malo de estas fechas es que la procesionaria de los pinos también esta caminando.