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Vuelvo con la costa del Parque Natural de LLevant en Artà.
Los pinos allí se tumban. Dicen que es por el azote del viento.
Pienso en otra posibilidad. A mejor tienen vértigo y se arriman a las rocas por miedo de caer al mar.
Hay algunas calitas de roca y en una bajaba agua del torrente.
Con mucha paciencia el agua ha conseguida formar unas bañeras naturales modelando las rocas.
Los senderos parecen caminos de cabra.
El mar tiene una transparencia y unos colores muy azules dejando asomar las rocas cubiertas de algas color moradas.
Cuando no hay demasiada bruma se puede ver los montes de Alcudia y detrás los de la península de Formentor.
En fin, unas delicias para los sentidos.