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El jardín que vi el lunes pasado era una maravilla y con razón se podría llamar “jardín secreto” por lo escondido y privado.
Para crear este jardín se han utilizado dos hectáreas de paisaje natural rocoso con sus encinas, acebuches, matas y otros arbustos y plantas naturales. Los árboles y arbustos han sido parcialmente podados para dar les forma.
En este paisaje natural se han construido caminos y a lo largo de estos se han plantado una variedad increíble de plantas de todo tipo, dando preferencias a las que se adaptan al clima con sus veranos secos.
La flora añadida ha quedado perfectamente integrada en el entorno.
El ambiente es delicioso, los únicos sonidos, aparte del cantar de los pájaros, los zumbidos de los insectos y a ratos el susurro del aire en los árboles, que se escuchan allí arriba en la montaña privada son las campanillas de las ovejas.
Tengo que mencionar que hacia un tiempo fabuloso.
Cuando me acuerdo de este paisaje pienso que era lo mas parecido a lo que llamaría paraíso.