Ahora le tengo prisionero en un cuenco de plastico rodeado de varias tipos de hojas y hierbas hasta averiguar de que animal se trata.
No sé, si es bueno o malo, pero después de observarlo largo rato y hacerle mas de cien fotos encuentro como mínimo es un bicho muy gracioso. Quede fascinada mirando con que elasticidad se retorcía para hacerse una limpieza a fondo.
Luego pensé que quizás necesitaba alimentarse y le puse un trozo de fresa. Después le ofrecí una hoja del manzano plagada de pulgones. Pero no parecía de su agrado. Y le deje caer al lado un poco de agua, eso si le venia bien, se paso bebiendo largo rato y repetía varias veces.
Lo bueno es, no tiene miedo. Creo que podría tocarlo pero no sé....

En esta foto se aprecia bien su tamaño. Daba la sensación que se quería esconder debajo la pinza.

Adoptaba poses increíbles para limpiarse detenidamente.


Así estaba mucho rato sorbiendo agua.
