Ha sido
el jardín – selva más fantástica que he visto.
Es de
unos amigos que hacía tiempo que me han invitado ir a verlo.
Al
final quedamos un domingo hacia final de mayo.
Para mí
era alucinante.
Un pedazo de tierra al lado de la Albufera de Mallorca con
mucha agua y una mescla de vegetación silvestre y cultivada increíble.
Allí
todas las plantas están en su casa. Lo que llamamos “mala hierba” solo es
arrancada para hacer un hueco para unas cuantas plantas de huerta.
En un
lado hay una colección de rosales preciosos, casi todos estaban en flor y se
llevan muy bien con las hierbas silvestres.
Este
jardín está concebido con mucho amor a
la naturaleza proporcionando cajas nidos, comederos, bebederos y
puntos de observación elevados a las aves.
Incluso han montado un “hotel” para insectos y claro está: un observatorio de aves.
Todo está hecho con mucha imaginación y arte
incluido.
Me lo he pasado superbién en este sitio
recordando detalles de mi niñez, incluso he descubierto una bomba manual como habíamos usado en el
viejo molina en Alemania donde vivía yo hasta los 18 años.