mallorca es así también

Ya soy pensionista y sigo buscando caminos para expresarme, como durante toda mi vida. Ahora tengo una gran ventaja: más tiempo y más libertad. Lo mio es la naturaleza a la que tengo un tremendo respeto, este dónde este.
Desde hace más de cincuenta años soy Mallorquina venida de Alemania. En estos años he visto como hemos transformado esta isla tremendamente y sin piedad. Aun así sigue siendo una verdadera joya y quedan muchos sitios dónde la naturaleza aún está intacta.
Son estos sitios, tanto en la costa como en el interior de Mallorca, los que más me atraen. Con los años que disfruto de esta isla y su preciosa naturaleza, aún le encuentro algo nuevo cada día. A veces es un paisaje que me asombra, a veces una flor en el camino que me cautiva y muchas veces se trata de cositas diminutas, que me dicen lo mucho que aún me queda por ver.
Despues de empujoncitos que me dieron algunos amigos para que muestre mis fotografías, me atrevo a iniciar un blog. El objetivo es dar a conocer mis imagenes a las personas a quienes les apetezca.


jueves, 24 de diciembre de 2009

miércoles, 23 de diciembre de 2009

VIENTO Y OLAS EN EL MOLINAR






Esta semana tenemos días grises en Mallorca.
Esta tarde no llovía y el cielo sobre el sur se despejaba.
Aprovechamos para ir a caminar por el paseo marítimo d´El Molinar.
El viento iba empujando las olas y las nubes cambiando la luz.
La escultura de JUAN COSTA quedaba muy bonita con esta iluminación.

martes, 22 de diciembre de 2009

LOS DIAS MAS CORTOS

Campo de tierras de colores recién labrado en diciembre del 2008.

Hace tres días se podían ver las montañas con nieve.
En la foto la finca Son Sureda de Marratxí con el telón de los montes nevados.

Campo de almendros. Apenas han caído las hojas de los árboles y ya se asoman algunas flores. El suelo esta amarillo de caléndulas.

Que alegría!!!
Ya pasamos el tiempo de los días más cortos. Ahora vuelven a crecer un poquitin cada día y a final de enero ya se apreciara.

lunes, 21 de diciembre de 2009

BOQUETES





Los boquetes en las rocas provocan sensaciones contradictorias.
Cuentan misterios, dan miedo incluso, despiertan curiosidad, intriga y ganas de investigar.