Es muy
agradable dar un paseo por los jardines de Alfabia en Buñola.
El
camino de entrada queda impresionante con su doble hilera de enormes plátanos.
En otoño se lucen con sus preciosos colores.
Por las
fuentes y los pequeños canales de los
jardines siempre corre agua. Da la sensación
que está jugando en su recorrido entre las plantas.
El aljibe
con su bóveda de medio cañón me causa siempre fascinación por su belleza aunque
lo haya visto en muchas ocasiones.
Luego
hay este camino de pérgolas entre columnas que en parte están equipadas de surtidores de
agua que se pueden actuar a voluntad y
forman un túnel muy bello de aguas cruzadas.
Las
columnas de este tramo están cubiertas de musgos y pequeños helechos que les
dan vida propia.
Es asombroso
el tamaño de algunos árboles muy viejos. Sobre todo me encanta el cedro del Líbano,
es todo un personaje majestuoso.
Un gran
castaño bañado en amarillos esta admirable.
En
otoño es cuando además se puede disfrutar de este colorido impresionante que siembran
las hojas de los arboles adornando caminos y aguas.
Los
brazos retorcidos de las Glicinias dan vueltas buscando alturas con luz.
Algún
tramo de sus ramas recuerda a una boa constrictora.
1 comentario:
Se ve precioso Erna. Un beso.
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