En la
naturaleza existen infinitas poesías.
La de
mi foto de hoy está escrita entre muchas en la corteza de los dos Dragos que he
sembrado hace unos veinte años de semillas que recogí en el patio de la escuela
de Artes en Cádiz. El Drago padre-madre ya dejo de existir.
Uno de mis Dragos está enfermo y espero que sea curable.
Al menos de momento parece estable después de tratar le con sulfato de cobre.
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