Esto es
el eje (27 mm de largo) de lo que era una caracola.
Este caparazón
es de un erizo de mar y en su lado más largo falto poco para medir los tres centímetros.
Estos animales
suelen tener muchísimas púas finas, que les dan un aspecto de peludos.
He oído
que los llaman patatas o topos de mar por aquí.
La
pequeña caracola encerrada en la piedra lisa y la concha incrustada en la
piedra “carcomida” tiene cada una unos 10 milímetros de largo.
No sé
lo que es esta pequeña estructura calcárea de color morado.
La
recogí en una playa de Cádiz.
Quizás alguien
sabe lo que es y nos lo comunica.
4 comentarios:
Tengo una colección que tomé en el Caribe. Pero veo que no hace falta ir tan lejos.
Me encanta, amiga Erna, tu pequeña colección de reliquias preciosas. Dan muestras de tu sensibilidad. Si una vez vienes cerca de Sevilla me encataría enseñarte mis pequeñas reliquias también. Un abrazo.
Como en la película de James Bond: Sólo para tus ojos.
Preciosidades!!
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