Los campos
de vides son bonitos siempre.
En
primavera con los brotes verde clarito que se vuelven de un verde lustroso a
medida que avanza el verano.
A final
de verano las cepas se presentan voluptuosas cargadas de uva.
En
otoño son como paletas de colores preciosos.
En
invierno me encantan por poder ver sus individuos al desnudo.
Después
de haber sido podados se ven detalles increíbles en sus cuerpos que inspiran a
la fantasía.
Veo de
todo en ellos…
1 comentario:
Caballitos de mar y búhos asustados. Preciosas.
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