

Me gustan las granadas o magranas, como las llaman en Mallorca.
La primera vez que estaba pelando una me sorprendía su bello interior.
Y sigo admirando la belleza de esta fruta mientras la preparo para comerla.
El otro día dando un paseo me llamo esta que se asomaba por la valla de un jardín.
Seguramente reventó de tanto reír.
Como se aprovecharían los bichos de sus “dientes” bonitos.
2 comentarios:
Es un regalo esta fruta. Sola me encanta pero a veces tengo la paciencia de desmontarla y me la como con un yogurt solo por ver el contraste de colores.
hermosas tomas y que simpatica la granada que siga riendo si es que aun no te la has comido
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