Al ver la entrada del blog Macroinstantes sobre la avispa parásita me acordé de unas fotos que hice a un bicho que podría ser algo así.
Mi marido estaba recortando algunas ramas de un acebuche cuando se topó con esta oruga. La observamos y cuando capté lo que le pasaba me impresionó mucho y la situación me producía repeluz y rechazo.
Tal como estaba la oruga no parecía tener salvación.
Le hice fotos y ni siquiera las envié a mis amigos y familiares por lo cruel que me parecía. Envié tres fotos a un especialista en mariposas con una web en alemán y el me confirmó que se trataba de parasitismo.
Puse la ramilla con la oruga y sus enemigos (las pupas apenas median 4 milímetros de largo) en un tarro de vidrio para poder observar de qué clase de bicho se trataba.
5 comentarios:
Hola, Erna. terrorífica la imagen y la historia, desde luego. Yo también he sentido repelús al verla. Quizá porque me he imaginado a un españolito cualquiera envuelto por las pupas de la hipoteca, el coche, hacienda, y otras larvas de avispas que se alimentan de nuetra sabia. Uf! ¡Qué repelús!
Impresionante documento!
Y las tenías guardadas? Eso hay que enseñarlo hombre!! :)
Un saludo Erna.
Aunque las imágenes son impresionantes, es algo que ocurre con mucha frecuencia. Esas avispas son terroríficas. Saludos
Magnifico documento. Que suerte tenemos los humanos de que no exista una avispa que nos parasite. Bueno, excepto las que menciona miguel claro
Es algo terrible pero necesario porque sino muchos insectos se constiturían en plagas.
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