Ayer me llevaron a ver una cala muy pequeña al sur de Porto Cristo. No había estado nunca. Si yo me hubiera acercado a aquella zona de la costa por mi cuenta, nunca me habría asomado a la mar de tantas edificaciones que hay y las que habrá, pues siguen destrozando - perdón: construyendo.
Baja una escalera construida con piedras hasta la calita y una vez abajo se abre otra dimensión. Fue tal la sorpresa de la belleza que existe ahí, que me olvide por completo de lo triste del panorama de arriba.
Me gustaría ser una bruja y poder coger entre mis manos aquel gachito maravilloso de Mallorca y salvar le la vida.
Baja una escalera construida con piedras hasta la calita y una vez abajo se abre otra dimensión. Fue tal la sorpresa de la belleza que existe ahí, que me olvide por completo de lo triste del panorama de arriba.
Me gustaría ser una bruja y poder coger entre mis manos aquel gachito maravilloso de Mallorca y salvar le la vida.
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