El viernes pasado con mi cuñada subimos al Puig de Maria de Pollença.
Ya eran las cinco de la tarde cuando iniciamos la caminata.
No habíamos subido nunca antes y nos pensamos que era un paseíto.
No me imaginaba que un monte de poco mas de 330 metros puede ser tan agotador.
La mitad de la subida es empedrada, pero el último tramo del empedrado era un calvario por lo irregular que estaban puestas las piedras.
Entonces entendimos porque la añadidura en el indicador del camino.
No era muy bueno el tiempo y no se podía ver mucho del paisaje.
Al final arriba encontramos la hospedería abierta y nos consolamos con un zumo y un pedazo de gateau de almendra recién hecho.
2 comentarios:
Pues ahí estuve un par de dias..vaya vistas desde arriba se veia mi islita..
Saludos!!
Maravilloso paseo (que yo también recuerdo agotador) y deliciosa recompensa!
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