mallorca es así también

Ya soy pensionista y sigo buscando caminos para expresarme, como durante toda mi vida. Ahora tengo una gran ventaja: más tiempo y más libertad. Lo mio es la naturaleza a la que tengo un tremendo respeto, este dónde este.
Desde hace más de cincuenta años soy Mallorquina venida de Alemania. En estos años he visto como hemos transformado esta isla tremendamente y sin piedad. Aun así sigue siendo una verdadera joya y quedan muchos sitios dónde la naturaleza aún está intacta.
Son estos sitios, tanto en la costa como en el interior de Mallorca, los que más me atraen. Con los años que disfruto de esta isla y su preciosa naturaleza, aún le encuentro algo nuevo cada día. A veces es un paisaje que me asombra, a veces una flor en el camino que me cautiva y muchas veces se trata de cositas diminutas, que me dicen lo mucho que aún me queda por ver.
Despues de empujoncitos que me dieron algunos amigos para que muestre mis fotografías, me atrevo a iniciar un blog. El objetivo es dar a conocer mis imagenes a las personas a quienes les apetezca.


jueves, 26 de mayo de 2011

AL LADO DEL ESTANQUE


El pequeño estanque con el tiempo se ha convertido en la zona más amena de nuestro jardín.
Siempre hay todo tipo de bichos que lo visitan.
En las noches de verano a su lado es también para nosotros una especie de refugio para soportar mejor el calor.

Estos días las primeras y últimas horas dedico al cuidado de las plantas. El sol ya se hace insoportable y nos roba la primavera.
Disfruto los últimos ratos del día sentándome al lado del estanque.
Es placentero escuchar el cante del mirlo, ver como algún que otro pajarito viene a beber agua. Luego se escucha el silbido de los vencejos y después se puede observar el vuelo de los murciélagos. Bueno, también entre el croar de las ranas a ratos se escuchan los ladridos de los perros y perritos de las vecindades.
No hay paraíso perfecto.

Hoy pasó una cosa muy triste al mediodía.

Salí afuera para buscar cebollino y vi una libélula de estas enormes de colores azules y turquesas entre las hojas de nenúfares buscando un sitio para deponer sus huevos.
Fue a buscar la cámara y vi que “mi modelo” había cambiado de sitio. Se había posado en el borde del estanque y en este momento saltó una rana y se trago la libélula.
No era muy rápida, ya que tenia trabajo para engullir a su victima, pero yo quede tan perpleja que me olvidé por completo de la posibilidad de sacar la foto de la rana, cuando estaban asomándole las alas por los lados de la boca.

Este episodio me hizo odiar a la rana durante un rato, pero en la naturaleza…

1 comentario:

diminuto blog dijo...

La rana necesita alimento. Seguro que equilibrarías tu sentimiento de tristeza si vieses la rapidez y glotonería con la que las libélulas engullen a sus víctimas, dípteros de distintos tamaños. A ellas, como a las ranas, no les da pena.