mallorca es así también

Ya soy pensionista y sigo buscando caminos para expresarme, como durante toda mi vida. Ahora tengo una gran ventaja: más tiempo y más libertad. Lo mio es la naturaleza a la que tengo un tremendo respeto, este dónde este.
Desde hace más de cincuenta años soy Mallorquina venida de Alemania. En estos años he visto como hemos transformado esta isla tremendamente y sin piedad. Aun así sigue siendo una verdadera joya y quedan muchos sitios dónde la naturaleza aún está intacta.
Son estos sitios, tanto en la costa como en el interior de Mallorca, los que más me atraen. Con los años que disfruto de esta isla y su preciosa naturaleza, aún le encuentro algo nuevo cada día. A veces es un paisaje que me asombra, a veces una flor en el camino que me cautiva y muchas veces se trata de cositas diminutas, que me dicen lo mucho que aún me queda por ver.
Despues de empujoncitos que me dieron algunos amigos para que muestre mis fotografías, me atrevo a iniciar un blog. El objetivo es dar a conocer mis imagenes a las personas a quienes les apetezca.


sábado, 7 de marzo de 2009

ENCONTRADOS




Me gustan los tesoritos que nos trae la mar.
Cuando paseo por las playas y veo tantas cosas bellas trabajadas por las olas, el viento y la arena no puedo resistir y siempre llego con algunas en los bolsillos a casa.
Me gusta colocar estas bellezas encontradas en un lugar donde los puedo ver.
Muchos tesoros tengo metido en tarros de vidrio y a veces los extiendo encima la mesa y siempre me quedo otra vez embobada de su encanto.

5 comentarios:

Conso Triay Coll dijo...

Bonitos tesoros!
Saludos!

Angel dijo...

Guau!!!!!

Que preciosidades.

Mi hijo, estaría alucinando con lo que le gusta cojer conchas cuando vamos a la playa, y todo lo que se encuentra, conchas rocas cristalitos domados por las olas.

Muy bonitos.
Saludos.

frikosal dijo...

Me encanta. Que bonita debe ser tu casa.

Juan Pérez Escribano dijo...

es tu encanto que las vuelve encantadoras...

Meiga dijo...

Mi padre era un consumado pescador. Cuando, después de un día de pesca, volvía a casa, casi siempre había anochecido. Yo le esperaba ansiosa (y con mucho sueño). Me enseñaba " el botín" orgulloso, pero yo ni caso le hacía. Sólo revolvía en la cesta hasta encontrar las caracolas, cantos rodados, erizos o estrellitas de mar que siempre me traía.

Gracias, porque tus fotos me han recordado eso.

Un abrazo, Erna.