En la urbanización
donde vivo hay una gran rotonda dejada a su aire.
La
primavera la ha puesto preciosa destacando el rojo de las amapolas.
Hace
seis días me paré hacer fotos de la vegetación de la rotonda y encontré una
variedad enorme de plantas silvestres. Encontré bellezas
interesantes en color y forma.
Casi
todas las plantas eran muy pequeñas. En muchas se notaba que tenían que haberse
estrechado el cinturón por falta de agua y por tierra muy pobre. Muchas ya tenían
las semillas maduras otras estaban en ello.
Desde
principios de semana ya hace mucho calor y ya se seca todo.
Esta
mañana pasando por la rotonda estaba pelada.
Han arrasado
la vegetación.
Qué triste lo poco que ha durado el pedacito
de encanto natural.
2 comentarios:
¡ Que bonitas son todas ! Besitos.
Preciosa entrada!
Al final la naturaleza, libre, no encorsetada en jardines artificiales es lo mejor
Un abrazo
j
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