En sus inicios estos restos de ladrillos de barro debían
formar una escalera dentro de una antigua cantera al borde del mar.
Ya no hay ladrillos de estos: artesanales de tierras poco
refinadas y cocidas en hornos de leña que les daba una gama de colores
diferentes según el fuego y el oxigeno que recibían en su momento.
Luego el continuo modelado del agua y de la intemperie
marina añadió sus propios toques transformando el conjunto en una escultura rica
de líneas y cavidades.
Se pueden contemplar de muchas maneras y encontrar, en lo
queda del trabajo del hombre, detalles bellos en formas y movimientos.
El tiempo pasado por encima se encarga de presentarlos a
modo de obra de arte.
1 comentario:
Muy bellas imágenes.
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