martes, 13 de septiembre de 2011

Mano a mano de hombre y naturaleza





En sus inicios estos restos de ladrillos de barro debían formar una escalera dentro de una antigua cantera al borde del mar.

Ya no hay ladrillos de estos: artesanales de tierras poco refinadas y cocidas en hornos de leña que les daba una gama de colores diferentes según el fuego y el oxigeno que recibían en su momento.

Luego el continuo modelado del agua y de la intemperie marina añadió sus propios toques transformando el conjunto en una escultura rica de líneas y cavidades.

Se pueden contemplar de muchas maneras y encontrar, en lo queda del trabajo del hombre, detalles bellos en formas y movimientos.

El tiempo pasado por encima se encarga de presentarlos a modo de obra de arte.

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