lunes, 10 de agosto de 2009

DE MI ARCHIVO, esperando la calma

En agosto es imposible encontrar un hueco a orillas del mar, aunque sea pequeño, para alguien que busca estar tranquilo en nuestra isla concurrida.


El faro de Cabo Blanco siempre vigilando.
Ahora no se podría ver la mar tan despoblada de barcas, barquitos, veleros y yates.


Tarde con nubes viendo la bahía de Palma desde Cala Blava.

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