Estamos
disfrutando con las visitas de las aves a nuestro jardín. Casi se puede decir
que se convierte en una pasión mayor.
Hace
aproximadamente un mes cuando vi la primera vez en mi vida un reyezuelo listado
en “persona”. Ha sido una alegría inmensa aunque no he podido pillar lo con la cámara.
El animalito era tan gracioso y bello con su cresta naranja puesta de pie como
un “gallito”.
A los
de las imágenes ya los sentimos casi como de la familia.
Ahora
sí, he decidido regalarme un objetivo tele para Reyes para poder fotografiar a
las aves con más éxito.
Cuando se baña el coliroja
